Llegar a Iquitos entusiasma a cualquier amante de la Amazonía. Pero uno se emociona el doble cuando sabe que esta travesía se hará a través de una embarcación de alta categoría. Para ello los turistas son trasladados desde el aeropuerto hasta la zona de Bellavista Nanay, donde se ubica el embarcadero del Club de Caza y Pesca. Luego todos suben a una lancha que recorre el río Nanay hasta llegar a un impresionante barco enchapado en madera, que parece sacado de un cuento de hadas. La tripulación, encabezada por el director ejecutivo del crucero, Óscar Cubas, y su esposa, la gerente de administración, Giuliana Macchiavello, recibe con suma amabilidad a los visitantes que vivirán un viaje de ensueño.
Cada cubierta o piso del crucero Amazonas es una grata sorpresa para el viajero. En el primer y segundo nivel están las habitaciones que cuentan con todo lo necesario para tener una estadía plena: una cómoda cama, un escritorio, un amplio closet, una mesita con dos sillas y un baño bien equipado que cuenta con una ducha española que refresca los cuerpos acalorados. Pero, sin duda, lo mejor de cada habitación es la enorme ventana, que nos regala cada día una vista fabulosa, pues enmarca la exuberancia de la selva y toda la insuperable belleza que la rodea. Además, a través de ella es posible observar los primorosos saltos de los delfines rosados, llamados también bufeos colorados. Un magnífico espectáculo que alegra la vista y regocija el corazón.
En el segundo nivel también se encuentra la Suite Presidencial, una amplia y confortable habitación que cuenta con grandes ventanas que permiten una vista privilegiada del panorama selvático. Luego está el tercer nivel, en el que el visitante se encuentra con una sala de estar con sillones y mesitas de fino diseño en los que se puede descansar mientras se aprecia a través de los ventanales el esplendoroso paisaje amazónico. En el centro está el bar en el que se puede degustar todo tipo de tragos. Pero recomendamos probar los exóticos pisco sours de camu camu y de cocona, frutas selváticas que refrescan el cuerpo y el alma.
En este mismo piso, pero para el lado de la proa se encuentra el capitán del barco, que gustoso enseña a los viajeros el arte de dominar el timón de esta embarcación que surca el río Amazonas, que fue reconocido en el año 2012 como una de las siete maravillas naturales del planeta. Además, para el lado de la popa se encuentra el spa, donde se puede disfrutar de unos reconfortantes masajes. Pero lo mejor de esta parte del barco es el jacuzzi, en el que uno se relaja a plenitud mientras contempla el esplendoroso paisaje y respira ese aire puro que nos regala el también llamado pulmón del mundo.
Es muy recomendable observar los amaneceres y atardeceres desde el mirador que se ubica en el cuarto nivel. Ahí se encuentran unos sillones tipo puff en los que uno literalmente se puede desparramar para observar con total comodidad ese hermoso cielo, con caprichosas nubes, que estalla en diferentes colores y tonalidades durante el ocaso y el alba. Una fabulosa pintura paisajista elaborada por la propia naturaleza.
Los platillos que se ofrecen en el crucero son realmente de primera, pues se prepara comida gourmet con insumos amazónicos. El desayuno buffet es variado y reponedor, pero todos esperan con ansias la hora del almuerzo y de la cena, pues es ahí cuando el chef ejecutivo Giancarlo Regalado realmente se luce. Él puede conquistar los paladares con un exquisito escabeche de corvina en crema de inchiuchu, o con un sabroso brownie de arroz con crema de pandisho. Lo mejor es que mientras se saborean estas maravillas culinarias, uno puede seguir apreciando la belleza del río Amazonas a través de los ventanales de este fino restaurante. Giancarlo también es el encargado de organizar los concursos al mejor ceviche y al mejor postre, que son todo un deleite para los turistas que llegan de diversas partes del mundo.
Cada día es una experiencia nueva para el viajero, pues en las mañanas y en las tardes hay excursiones y visitas programadas que se realizan con el extraordinario guía turístico del crucero, Oswaldo Icahuate, que con su simpatía, amabilidad y amplio conocimiento se gana el corazón de todos los turistas. Una de las visitas más aclamadas es la que se hace a la Isla de los Monos, donde uno puede interactuar con estos traviesos animalitos que te agarran de la mano y se suben a los hombros con una agilidad única. Todos ellos brindan un fascinante espectáculo al saltar de árbol en árbol y acercarse coquetos a los turistas y a las cámaras.
También está la visita a la comunidad nativa Kukama, donde el viajero se deslumbra con sus milenarias costumbres, su típico vestuario hecho a base de cortezas de árboles y semillas, así como con sus alegres danzas típicas. Todos están invitados a comprar sus bien elaboradas artesanías, que están hechas con insumos que les brinda la propia naturaleza. Otra visita imperdible es la que se hace a la comunidad nativa de los Yaguas, en el que se puede experimentar dos momentos realmente imborrables: aprender a usar la Pucuna, una tradicional cerbatana que utilizan para la caza, y el sembrar un árbol para ayudar a la reforestación de nuestra selva.
La visita al colorido pueblo de Orellana es una experiencia que nos acerca más a la historia. Este poblado lleva el apellido del conquistador español Francisco de Orellana, quien habría tenido contacto con las amazonas, mujeres guerreras que inspiraron el nombre del río más caudaloso del mundo. Además, a los pies de este poblado se encuentra el río Napo, que es aprovechado por los visitantes para un momento de pesca o para darse un chapuzón en sus refrescantes aguas.
No podemos dejar de mencionar la visita al mercado de la localidad de Indiana, ni la experiencia sublime que se vive en el zoocriadero de mariposas “Morphosapi”, en el que el viajero aprende cada detalle sobre su ciclo reproductivo y tiene la grandiosa oportunidad de liberar a estos maravillosos seres alados que crecieron en cautiverio.
Un día antes que acabe este maravilloso viaje, la naturaleza suele regalar a los visitantes uno de las más bellos atardeceres. Para apreciarlo en todo su esplendor, el guía y los viajeros se trasladan en una lancha auxiliar hasta el río Momón. Ese último ocaso quedará en las retinas de todos para siempre, pues la fastuosa y colorida belleza del cielo termina reflejándose en las quietas aguas del río, que se convierte en un espejo natural.
Las actividades y vivencias que ofrece el crucero Amazonas, de la empresa Rivers & Forest Expeditions, son realmente variadas y muy enriquecedoras. Los viajeros parecen desear en silencio que el tiempo se detenga para que esos mágicos momentos continúen por siempre. El decir adiós es difícil, pues todos saben que han vivido una de las mejores experiencias de sus vidas, y eso es justamente lo que queda en la mente y en el corazón: un recuerdo con las mejores estampas de la Amazonía mientras se viaja a través de un fascinante crucero. Una travesía realmente de lujo.
Datos:
- Número de habitaciones: 15
- Tipos de habitaciones: Suite Presidencial, habitaciones matrimoniales y dobles.
- Tripulantes: 20
- Número de pasajeros: 30
Por: Tamy Higa
Fotos: Ximena Petrocelli
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